Una leyenda urbana desplumada


Otro interesante artículo de opinión publicado, en La Opinión de Zamora, por el Sr. Celedonio Pérez. El Sr. Pérez (como ya dije aquí) tiene una opinión diferente sobre la cuestión de los galgos en España, y sólo por ello, me parece interesante que conozcamos su punto de vista. En mi opinión, no da puntada sin hilo.

Por fin alguien enciende una bombilla y coloca al trasluz una de las leyendas urbanas con más enganche.
La Fundación Affinity, colectivo que patrocina campañas para la protección de los animales (Google dixit), ha elaborado un estudio sobre el abandono de animales de compañía. Los resultados echan por tierra el mensaje al uso, alimentado por asociaciones proteccionistas, de que los galgueros son seres depravados, sin sentimientos, que abandonan a sus animales cuando finaliza el cazadero. Mentira y gorda. 
El informe de Affinity demuestra primero que Castilla y León y las comunidades del centro de España son las que menos perros abandonan, y segundo que el porcentaje de galgos que desaparece al final de la campaña cinegética es mínimo, cada vez menor y, desde luego, inferior al de otro tipo de perros.
La Federación Española de Galgos ha solicitado al Seprona un informe detallado sobre denuncias por maltrato a canes y por robo de animales de esta raza. Con este estudio, esperan los galgueros desarmar a quienes han puesto este deporte en la diana de sus dardos, seguramente por desinformación y probablemente porque todo lo que se mueve en el ámbito rural no encaja en los nuevos valores, los que predican un grupo de urbanitas que proclaman una pseudocultura basada en una aburrida supuesta igualdad que se pega con la originalidad de lo auténtico.
Lo de la cuerda corrediza, afortunadamente, ya es historia, aunque algunos malintencionados sigan viéndola, y lo que de ella cuelga, en los palos más depilados de las higueras. 
La caza con galgo es una actividad deportiva y cinegética pegada al ámbito rural, que ha servido para mantener una raza canina que no se ha adaptado a vivir en las ciudades. Es la venatoria más ecológica, si así se puede llamar a un tipo de caza que sirve para fortalecer a las liebres.
Celedonio Pérez