Esta semana hemos pasado dos días maravillosos con nuestros buenos amigos Carmen e Ignacio. Su casa en Francia nos ha acogido refrescándonos del sofocante verano, nutriéndonos de placeres como la quietud, la tranquilidad, una conversación apacible y un paisaje abrumador. La sabiduría la han puesto los anfitriones pero el entorno ayuda, y la cuisine francesa, y el buen vino, y libros curiosos ...y Aretha.
Aretha es la perra Borzoi de Ignacio y Carmen. Un excelente ejemplar que no duda en recibir a cualquiera con un halo de tranquilidad que la hace adorable. Silenciosa, educada por instinto. Sabia por su grandeza. Condescendiente con mis dos Teckel que son unas ancianas posesivas y malcriadas. Su actitud denota esa sabiduría de nuestros mayores que, impasiblemente, ven pasar el tiempo desde su mundo redondo, perfecto, sin sobresaltos. Aretha no es una Borzoi al uso. Está gordita. Disfruta, como sus dueños, de uno de los mayores placeres que pese al tiempo perduran, comer en buena compañía. Aretha me recuerda a la frase que dirige Julio Cesar a Marco Antonio en la obra de Shakespeare haciendo referencia al conspirador Casio: "Antonio....líbrame de las personas flacas , menudas y enjutas, .............piensan demasiado y sus pensamientos se tornan traidores, .......rodéame de hombres gordos y fornidos en los que no quepa duda de su templanza y bondad". Pues bien, Aretha es esa perra robusta, gordita y plácida en la que no existe malicia, con una bondad desbordante que hace que aguante estoicamente la visita de dos ancianas Teckel que, aunque estupendas y adorables, no dejan de comportarse como esas Tías solteras que cuando, de pequeño nos visitaban, tomaban posesión de la casa como si fuera suya y sin el menor parpadeo preguntaban indiscretamente pormenores que no les atañían en absoluto. Gracias Aretha por ser un fiel reflejo de tus dueños......... Gracias.
Santiago Sarasa