Bombón el perro


Si nunca han visto esta película, búsquenla este fin de semana en el vídeo-club (si es que todavía existen) y no se arrepentirán.
Es una historia mínima, sin pretensiones, pero contada con una sensibilidad y una ternura deslumbrantes.
Yo jamás he sido partidario del cine argentino. Me resulta más difícil entender lo que dicen que si fueran japoneses. Además, en este caso, la película está interpretada por lo que su director Carlos Sorín llama "no-actores", o sea... argentinos corrientes. Por ejemplo, su protagonista Juan Villegas es el vigilante del garaje donde guarda su coche el señor Sorín. Al finalizar el rodaje, Villegas regresó a su puesto de trabajo.
Pero háganme caso: a mí me impactó cuando la vi y me ha dejado un profundo y agradable recuerdo. 
Hasta el dogo argentino me cayó bien... y eso sí que es difícil.