La alquimia del podenco


La primera vez que oí hablar de Enrique García Coloma fue en el transcurso de una conversación en Crufts, con unas amigas inglesas criadoras de ibicencos. Me preguntaron si le conocía. Tuve que reconocer que no sabía nada de él. Tiene guasa que siempre son los de fuera, los que nos descubren lo mejor de lo nuestro.
Enrique es arquitecto y pintor. Se ha formado y ha ejercido en ambas disciplinas durante años. Yo, en cambio, lo veo como un alquimista.
La alquimia es una antigua práctica que persigue la transmutación maravillosa e increíble de un objeto.


Enrique pasea por el campo con sus perros y los observa. Después, reflexiona sobre lo visto y lo destila hasta obtener una única gota: La esencia de sus podencos.


Mediante un proceso artístico conocido como deconstrucción, García Coloma ha conseguido el dominio de la representación artística de las diferentes variedades de la raza. Para ello, utiliza dos disciplinas artísticas diferentes, la escultura y la pintura.

Considero la obra de Enrique García Coloma como uno de los trabajos artísticos más interesantes, sobre temática canina, que se pueden contemplar en la actualidad a nivel mundial.